jueves, 14 de febrero de 2013

Maraton 8/..

Capítulo 41:




Salí de la habitación, estaba realmente mal. Había acabado todas mis lágrimas en tan solo unos segundos. Decidí que todo esto acabaría, por fin acabaría y yo moriría siendo feliz. Siendo que las personas que amo son felices y sin mí. No entiendo por qué nací ¿Por qué simplemente no nací en unos 50 años más? La gente de ahora estaría mejor y benjamín le estuviera haciendo la vida miserable a otra chica más.

Tras caminar unos pasillos más tope con aquel individuo, aquel chico que sabía que me haría sentir un poco mejor. Aquel chico que tal vez haría que cambiara de opinión. Baltazar me vio llorar y camino hacia mi abrazándome y acariciando mi cabello. Después de unos segundos de estar así, me detuve y comencé a hablar.

-Baltazar por favor ayúdame –dije y caí de rodillas en frente suyo llorando- ¡No quiero vivir más!
-no no ___ –dijo parándome del suelo y tomándome de mis caderas- ¿Por qué piensas eso? ¿Tu vida es perfecta no? Te vas a casar con Justin y eso te hace feliz

Las lágrimas salieron nuevamente, Baltazar me invadió con sus brazos fuertes de nuevo.
¿Por qué yo? ¿¡Por qué tenía que ser yo!?

-No más Baltazar –dije- No más
-¿Qué? ¿Por qué? –pregunto.
-Justin… Justin rompió con migo –dije.
-¿Enserio? –pregunto.
-Si –dije.
-Lo siento mucho _____… sabía que Justin no era suficientemente maduro como para manejar algo tan importante –dijo.

Después de unos segundos de mantenerme callada, sus ojos se cruzaron con los míos. Nos quedamos viéndonos un buen rato. Sus ojos expresaban sentimientos, unos que nunca había visto. Unos de un amor verdadero.
Se acercó a mí, apretó su cuerpo con el mío y me beso. Yo continúe su beso unos segundos más, me di cuenta que estaba mal. Quería estar con alguien, pero no quería convertirme como cualquier chica que esta con todos. No quería convertirme en patrice.

Me separe de él y quite mi cuerpo del suyo. Estaba algo confundida o más bien ¡Muy confundida! No sabía por qué lo seguía haciendo.

-Yo… Yo lo siento Baltazar –dije- pero no estoy lista para esto
-Está bien, no te preocupes –dijo- Te amo y te esperare pase lo que pase
-Gracias Baltazar ahora –hice unas señales que no iban al caso- tengo que irme
-Si yo igual –dijo- Me toca la materia de tu madre

Salí corriendo en busca de benjamín, tenía que tener mi objetivo. Tenía que morir.
Camine unos pasillos más hasta que di con la habitación en donde estaba segura que estaba benjamín. Definitivamente esa era la habitación, el suelo tenía sangre y el lugar estaba como una batalla de guerra.
La habitación apestaba realmente mal, me fije debajo de la cama. Ahí estaban aquellos dos chicos. Muertos.

Me dieron ganas de vomitar pero aguante aquellas ganas. Unos pequeños golpes se oían en la puerta del baño. Ahí estaba benjamín. Antes de abrir la puerta pensé: Justin puso aquella nota en su habitación y no había sido benjamín. Eso hacía que mi corazón se partiera en miles de millones de pedazos. Di un gran suspiro y entre en aquel baño. Cerré la puerta instantáneamente, benjamín me veía de arriba abajo.

-Aquí estoy –dije- ¡Anda mátame! –grite.
-Que sorpresa –dijo- jamás pensé que te entregarías así
-¡Mátame! –grite nuevamente.
-Tal vez más adelante –dijo- ¿Dónde está tu noviecito Justin? –pregunto.
-Él y yo ya nos somos nada –dije- Ahora soy tuya
-¿Completamente mía? –dijo arqueando su ceja derecha.
-Si benjamín ¡Vamos hazme tuya! –grite.

Se acercó a mí y me beso. Continuamos así unos cuantos segundos, comenzó a quitarme mi ropa. Me reusaba un poco, pero después de unos minutos recordé que no tenía motivo por vivir y me deje llevar.
Pasaron las horas. Pasaron cosas inimaginables, me vestí y arregle un poco. Benjamín hizo lo mismo que yo, se vistió y paro del piso.

-¿Ahora me matas? –pregunte.
-No tranquila –dijo- ¿Qué te hico cambiar de opinión? –pregunto.
-¡No tengo sentido por el que vivir! –Grite- Justin me dejo, mi madre me odia y no tengo amigas

Saco aquel cuchillo de su bolsillo del pantalón y lo recorría por mi cuello. Lo hacía lentamente, me daban escalofríos y sobre todo me daba más que miedo. Aquel cuchillo pasó por mis brazos y regreso nuevamente a mi cuello.

-Pasara rápido _____, morirás en unos cuantos segundos y no sentirás dolor –dijo benjamín.
-¡Hazlo ya! –grite.

No hay comentarios:

Publicar un comentario