jueves, 14 de febrero de 2013

Maraton 5/...


        


Capítulo 38:

                       


Baje de aquel auto sin importarme que hubiera más carros detrás de mí, no me importaba que el semáforo estuviera en verde. Tan solo baje del auto y me deje caer en sus brazos. Eso era una bendición, Justin y yo era obvio que estábamos hechos uno para el otro. Las lágrimas habían comenzado a salir por mis ojos y recorrer por mis mejillas de felicidad. Lo abrace como nunca lo había hecho.

-Por dios Justin –dije- Prométeme que nunca nos vamos a separar
-Te lo prometo princesa, te lo prometo –dijo.

Ambos nos dirigimos hacia el auto, la gente pitaba como mas no poder. Ellos deseaban que avanzáramos, pero eso no me importaba en este momento. Lo único que me importaba es que estaba a su lado nuevamente, fueron las horas más horribles de mi vida.
Comencé a conducir, después de varios minutos, tal vez quince, llegamos al hotel. Por fin habíamos llegado ‘a casa’ si es por así decirlo. Ambos entramos a la habitación, su madre hay estaba. Su cachete estaba rojo, muy rojo.

-Oh por dios ¿Qué le paso? –pregunte.
-Prefiero no hablar de eso –dijo la mujer volteando a ver a Justin.
-Justin… ¿Tú hiciste eso? –pregunte.
-Oh ___(tn) mi madre no quería que te fuera a buscar y digamos que me enoje un poco –dijo un tanto apenado, dirigiendo su mirada hacia el piso.

Negué con mi cabeza y dirigí a la madre de Justin hacia el baño. Detrás del espejo había un botiquín, había unas cuantas raspaduras en el cachete de la señora pero nada grave. Saque unos cuantos algodones y una botella de alcohol.

-¿No le molesta verdad? –pregunte.
-No claro que no –dijo.
Frote aquel algodón sobre su cachete. Ella solo hizo una mueca y fue valiente. Después de varios minutos había terminado de curarla. Acomode todo nuevamente en su lugar y salimos del baño. Justin estaba en el piso jugando con su hermana, no sabía a qué pero solo sabía que jugaban. Al ver que nosotras salimos, Justin se paró del suelo y abrazo a su madre. El comenzó a llorar, yo sabía que Justin amaba a su familia.

-Mama por favor perdóname –dijo Justin acariciando su mejilla- ¿Ah esto me llegue a convertir? ¿Ah ser como papa? –pregunto.
-No mi amor no –dijo- Nunca serás como tu padre
-Mama es que mira lo que te hice, te lastime –dije.
-Estabas algo presionado, no te preocupes –dijo la mujer acariciando el pelo de Justin- Aparte me equivoque de ella –me señalo- Después de todo, es una buena chica
-Mama, la amo –dijo Justin- y enfrente, de ustedes de mi familia, quiero hacer lo siguiente

Camino hacia mí, pego su cuerpo con el mío. Rosos sus labios con los míos, y se incoó. Saco de su bolsillo del pantalón una caja.

-_____ Farrow ¿Te quieres casar con migo? –pregunto.

Millones de sentimientos se vinieron a la mente, pensaba en como serian nuestras vidas si nos casáramos. Éramos algo menores pero nada nos detendría. Justin y yo nos amábamos como ninguna pareja jamás se había amado. Varias lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, en verdad estaba ilusionada. Muy ilusionada.

-Claro Justin –dije- Claro que acepto
-Perfecto nena –dijo.

Me puso aquel anillo y enseguida se paró del suelo y me beso. Había sido algo mágico este momento. Algo inolvidable, nunca jamás creí que Justin seguiría con mi siendo que tenía a benjamín pegado a un lado mío. Sabía que benjamín me haría la vida imposible. Fuera como fuera, pero la haría.

-Justin me haces tan feliz –dije secando las lágrimas que recorrían mis mejillas.
-Y tú a mí –dijo- Por eso quiero que estés con migo lo que resta de mi vida

De nuevo sus labios se pegaron con los míos, eran una droga completa para mi. Su madre nos felicitó y también Jazz. La mañana había llegado en aquel día, el sol había comenzado a salir. Este sería un gran día, un genial día.
Salimos temprano del hotel para poder regresar al internado, no quería estar más en nueva york. Nunca fue el lugar indicado. Con el auto emprendimos un nuevo viaje, tras varias horas de manejar intensivamente Justin, Pattie y yo, por fin habíamos llegado.

Respire el aire puro del bosque, Pattie y jazz se quedaron afuera esperando en el auto, mientras tanto Justin y yo entramos al internado tomados de la mano. Al primero que yo pude ver fue a Baltazar, corrí a abrazarlo. Justin fue a su habitación a saludar a Vic. Yo trataba de explicarle todo lo que había pasado en nueva york.

-____ por dios –dijo Baltazar tomándome de la cintura- Te extrañe tanto
-También te extrañe Baltazar –dije.
-¿Ah donde fueron tú y Justin? Tus padres han estado muy preocupados –dijo.
-Baltazar, es que Justin y yo tenemos una noticia muy importante –dije.
-¿Ah sí? Dímela –dijo.
-Justin me pidió matrimonio –dije enseñándole mi mano que portaba un gran anillo.

Su cara paso de algo feliz a una persona triste y amargada. Se dio media espalda y se fue caminando como si nada. Me confundí un poco y lo seguí, tome de su brazo.

-¿Qué es lo que te pasa? –pregunte.
-Es que ______… ¿Aun no lo has entendido? ¡Yo te amo! –dijo.
-Hay no Baltazar –dije- También te quiero mucho pero lo nuestro nunca va a poder continuar
-Yo sé que no podrá continuar –dijo- Por eso es que me voy
-Baltazar…yo…Yo no lo recordaba perdóname por favor –dije.
-No te tengo que perdonar nada –dijo- Es tu vida y son tus deseos

Salió corriendo de aquel lugar, yo quede sola. Quería mucho a Baltazar, pero tan solo como amigo. Él se había ganado un lugar en mi corazón y jamás olvidare aquellos momentos que pasamos juntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario