jueves, 14 de febrero de 2013

Capítulo 32:

-Eso espero –dije.

De nuevo me deje caer en su pecho cálido y fuerte, un pecho en el cual podría dormir eternamente. Después de unas cuantas horas repletas de pesadillas horribles por fin habíamos llegado a nuestro destino. Justin me dijo que era sorpresa a que ciudad nos dirigíamos y yo acepte. 

Justin me despertó al momento en que bajaríamos, ni siquiera me dio tiempo para poder arreglar mi cabello o retocarme el poco maquillaje que tenía en la cara.

-Despierta amor –dijo.
-¿Qué? –pregunte.
-Que despiertes, llegamos –dijo.
-¿Llegamos? –Pregunte- ah sí claro vamos –dije.

Me levante del asiento y tome mi mochila, Justin venia tras mío, después de bajar del camión pude ver una ciudad enorme, una ciudad llena de gente y de luz. A pesar de que fuera de noche había una gran iluminación, era impresionante, realmente impresionante.

-Qué bonito lugar –dijo- ¿Dónde estamos? –pregunte.
-___(tn), hermosa ___(tn), te presento Nueva york –dijo.
-¿Nue…Nueva…Nueva york? –pregunte un tanto emocionada.
-Ah sí es –dijo- de aquí vengo yo y es una hermosa ciudad
-Ya lo sabía –dije- Un hermosa ciudad, un hermoso chico

Se sonrojo un poco y me beso. Tomo de mi mano y comenzamos a caminar por las grandes calles de nueva york, debía admitirlo, estaba realmente impresionada por todo esto. Nunca me imaginé que me encontraría aquí. En mi cuello portaba una cadena de oro con un dije de diamante puro que me habían regalado mis padres desde que naci. Un hermoso detalle de su parte.
Habíamos llegado a un hotel, no era el mejor de todos, pero según Justin era el más barato del lugar. Entramos a aquel vestíbulo del hotel, el cual solo constaba de dos sillones color café claro y una pequeña televisión que estaba en la pared descompuesta.

Justin fue a rentar aquella habitación y mientras yo me quede viendo un cuadro que estaba alado de aquella televisión, este cuadro expresaba muchos sentimientos, muchos sentimientos negros. En él había bailaría vestida no de color rosa, si no de color negro uno de mis colores favoritos. Sus manos estaban arriba de su cabeza haciendo un circulo y en sus manos tomaba un cuchillo y en el piso había un charco de sangre color roja.

-___(tn) tenemos un problema –dijo justin poniéndose a mi lado.
-¿Qué pasa Justin? –pregunte.
-El dinero no nos alcanza –dijo- Una habitación cuesta 100 dólares y tenemos solo 100 –dijo.
-Creo que nos alcanza perfectamente bien –dije- pues ¿podríamos compartir habitación no? –pregunte.
-Claro una habitación para ambos ¿Cómo no lo pensé? Ahora vuelvo ¡espera! –dijo.

Se fue nuevamente hacia la recepción del pequeño hotel, de nuevo me quede viendo aquel cuadro, aquel cuadro que me había impresionado mucho. Un cuadro realmente hermoso y a la vez que daba miedo. Después de varios minutos de hundirme a aquellos sentimientos del cuadro que me habían atrapado llego Justin.

-Listo ya tenemos nuestra habitación –dijo.
-Perfecto vamos –dije.

Tomamos nuestras mochilas y nos dirigimos a la habitación 367 a la que nos habían asignado. Después de varios segundos y de subir escaleras por fin habíamos llegado a la habitación, al llegar Justin lo primero que hizo fue quitarse los zapatos y dejarse caer en la cama. Me había sorprendido un poco pues solo había una cama y teníamos que dormir juntos.

-La cama es cómoda –dijo.
-Si se ve –dije.
-Ven acuéstate aquí –dijo.
-Espero quiero cambiarme para poder dormir a gusto, deberías hacer lo mismo –dije.

Me dirigí hacia el baño, me mire un instante en el espejo y comencé a quitarme la ropa, al intentar ponerme la pijama pude notar que la mochila se había quedado en la habitación y no la había traído hacia el baño. Di un gran suspiro y abrí un poco la puerta, al ver afuera de ella, Justin estaba tirado en la cama viendo la televisión y por lo que oía veía las caricaturas.

-Ju…Justin ¿podrías pasarme mi mochila? –pregunte.
-¿tú qué? –pregunto.
-Mi mochila, ahí está mi pijama –dije.
-Ah claro ya voy –dijo.

Se paró de la cama y tomo la mochila que estaba tirada en el piso, se dirigió hacia mí y me la dio en la mano. Cerré la puerta al instante y de nuevo di un suspiro. Me puse mi pijama y Salí de la habitación.

-Tengo sueño –dije.
-Yo igual, es mejor dormir, para mañana estar frescos y recorres nueva york –dijo.
-Pienso lo mismo –dije- Es mejor dormir

Me tire en la cama y me sorprendió pues era realmente cómoda, a mi acto Justin apago la televisión y apago los focos. Estaba un tanto nerviosa pues era la primer vez que dormía con él y tenía miedo a tener que roncar o algo por el estilo. Le di la espalda a Justin y miraba la pared. Sus manos pasaron por cadera y me acerco a él.
-¿Qué…Que haces Justin? –pregunte.
-¿Qué no puedo estar cerca de mi mujer? –pregunto.
-¿De tu mujer? –Pregunte- Cuando me case con tigo seré tu mujer, ahora tan solo soy tu chica –dije.
-Claro mi chica –dijo.

Me voltee hacia él y lo bese, después de varios minutos de darnos besos aquellos besos se convirtieron en una cuentas caricias debajo de la ropa. Justin solo sonreía y parecía disfrutar de aquella situación, pero yo no estaba muy segura de hacer esto en esta noche, de verdad estaba muy cansada. Pero me deje llevar y tuvimos lo que deseábamos por varios meses. Sexo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario