martes, 12 de febrero de 2013

Capitulo 011:

Capitulo O11:

Entro en la pequeña habitación que le había otorgado a mis padres el internado. Me vio de arriba hacia abajo y de inmediato volteo a ver a mis padres.
-Señor –volteo a ver a mi padre- Prometo cuidársela –se adelantó a decir Baltazar antes de que mi padre dijera algo.
-Eso espero Baltazar. La quiero aquí antes de las 4:00 am. ¿De acuerdo? –pregunto mi madre.
-Si señora. ____… ¿nos vamos? –pregunto Baltazar.
-Si vámonos –dije.

Camine hacia Baltazar, me puse de lado de el e instantáneamente me tomo la mano. Mire a mis padres y les eche una sonrisa. Baltazar y yo salimos de la habitación.

-Te ves muy hermosa –comento Baltazar.
-Gracias, igual tú. Te ves muy elegante –dije.
-No más que tú –dijo.

En varios minutos llegamos hacia el gimnasio del internado. Al entrar al salón el cual estaba decorado de miles de flores. En el suelo había un poco de papel de color regado. Muchos globos color blanco. Todo era perfecto. Muchas parejas estaban bailando, otras estaban sentadas, otras paradas chismeando y otras solas. 
Al entrar al gran salón sentí que todas las miradas se dirigieron en mí. Todos se decían cosas a los oídos y susurraban. Le tome menos importancia a eso. Le regale una sonrisa a Baltazar y fuimos a sentarnos a una mesa.

-¿Quieres bailar? –pregunto.
-No se me da tanto lo de bailar –dije.
-Yo podría enseñarte. En las vacaciones del año pasado tome cursos –dijo.
-Pues… ¡Qué bien! –Dije- Intentare hacer lo que eh visto en las películas
-No te preocupes –dijo.

Ambos nos paramos de la silla y fuimos hacia la pista de baile. De las grandes bocinas sonaba la canción “Amarte al compás de una suave canción”. Era una canción a piano, era muy hermosa. Tome de la mano a Baltazar y la dirigí hacia su cuello, su otra mano se dirigió a mi cintura. Su mirada decías muchas palabras que jamás podría imaginar. Bailamos hasta no parar. Todo era muy lindo.
Pasaron unas cuantas horas, aun no nos sentábamos. Me sentí un poco rara, sentí un gran frio recorrer mi cuerpo. Me ladee hacia un lado provocando que soltara de la mano a Baltazar, comencé a sentirme mareada.

-Hay hey ____ ¿te encuentras bien? –pregunto Baltazar reincorporándome a la pista y tomándome de nuevo la mano.
-Yo… No me siento bien Baltazar –dije.
-¿Quieres algo de beber? –pregunto.
-Solo quiero aire freso –dije.

Ambos salimos de la pista de baile y fuimos hacia afuera. Me senté en el piso haciendo que mi vestido se ensuciara. Me abraza a mí misma ya que estábamos como a 5 grados.

-Hace mucho frio aquí –dijo Baltazar sentándose alado mío.
-Lo sé. Pero necesito aire, adentro me sentí muy mal –dije.
-¿Tienes alguna enfermedad? –pregunto.
-no, ninguna. –dije.
-Entonces es extraño –dijo.
-Si lo es –dije.
-¿Cómo te sentiste? –pregunto.

Esto parecía un interrogatorio. No me gustaba que me hicieran tantas preguntas. 

-Mareada –dije.

Se quedó pensando un momento. Su mirada transmitía algo raro. Algo que jamás había visto en él.

-Cuando estabas en la habitación de Justin. Hace unas cuantas semanas… ¿no tuvieron nada? ¿Justin uso protección? –pregunto algo triste.
-¿Qué? No Baltazar. Justin y yo no tuvimos nada y si lo hubiéramos hecho le hubiera pedido a Justin que usara protección –dije.
-¿Estas segura? –pregunto.
-Mejor dejémonos de tonterías –dije- Vamos a caminar ¿sí?
-¿Estas segura? –pregunto de nuevo clavándome esos ojos color miel en los míos.
-¡Estoy segura Baltazar! Me pone nerviosa que hagas esas miradas –dije.
-Lo siento ven vamos –dijo.

Se paró del suelo y me tomo de la mano nuevamente. Caminamos hacia el bosque, esta noche toda estaba permitido. Podíamos estar fuera sin un toque de queda. Llegamos hacia el medio del bosque. Estábamos completamente solos. Me quede viendo las estrellas un segundo. Esta vez no podía distinguirlas como antes.

-¿Ves a orión? –pregunto Baltazar.
-No puedo distinguirlas Baltazar –dije.
-¿Aun te sientes mal? –pregunto.
-Si –dije.
-Mira te las enseñare –dijo.

Se pudo detrás de mí. Nuestros cuerpos estaban pegados, tomo de mi mano y la apunto hacia arriba.

-Esa que estoy señalando. Es capela –dijo.
-Si ahora la veo –dije.
-Bueno esta otra es Sirius –dijo de nuevo.
-Si ahora la veo –repetí.
-& esta mas –dijo.

Algo nos interrumpió. Una voz.

-Baltazar ¿podrías soltarla? –pregunto.
-¿Justin? –pregunte.

Me solté instantáneamente de Baltazar.

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