jueves, 14 de febrero de 2013

Capitulo O28:

Salió de la habitación ya con la camisa puesta y me adentre entre las sábanas blancas llorando. ¿Por qué seguía haciéndolo? ¿Por qué seguía lastimándome? Abrí mis ojos debajo de aquellas sabanas y pude ver en un momento mi cuerpo desnudo. Me pare de la cama y me puse un poco de ropa. Me mire nuevamente en el espejo, estaba cambiando, estaba cambiando mi cuerpo y estaban cambiando mis pensamientos. Ahora solo quería estar en cama acostada pensando en todo aquello que paso esta noche. La primera vez que lo hice con benjamín no fue lo mismo, ya que lo hicimos yo estando inconsciente, pero fue completamente diferente estaba vez. Me sentía culpable, esta forma en que lo hacía benjamín era algo tan… tan salvaje y perfecto.

-¿Te encuentras mejor bieber? –pregunte mientras me sentaba en la orilla de su cama y quitaba su poco pelo de la frente.
-Un poco –dijo mientras que con su mano derecha tocaba su frente- auch

Acaricie su mejilla y la bese. Este solo sonrió y devolvió mi beso con las pocas fuerzas que tenía. Benjamín no lo había dejado realmente mal. Unos cuentos moretones en su cara y varias heridas igual.

-Justin eso que dijiste ayer ¿era verdad? –Pregunte- ¿en verdad me quieres?
-No te quiero. Te amo y quiero estar lo que resta de mi vida con tigo –dijo- aunque no creo que me quede mucha con estos golpes –susurro.
-También te amo y quiero que me perdones por todas aquellas estupideces que hice y que hare en el futuro –dije.
-no olvídate de eso –dijo- mejor perdóname a mí por no querer haberte escuchado desde el principio. Todo lo que paso con patrice fue repentino. Yo estaba sentado a lado de ella, luego su mano toco mi cabeza y me acerco a ella y me beso –dijo.
-No me des explicaciones te creo…–dije.
-Gracias–dijo.

Me acerque y le di un pequeño beso. Fue cuando supe que lo necesitaba en mi boca todo el tiempo. ¿Mi boca? Que poco. Lo necesitaba en mi vida.

-¿Quieres ser mi novia? ¿Otra vez? Y así para que me des besitos en mis heridas –pregunto.
-jajá –reí- Bieber claro que quiero ser tu novia y te daré los besos necesarios para que estés bien –dije.
-entonces me estoy muriendo. ¡Ayúdame ayúdame! –dijo en forma de broma.
-Basta Justin –dije- ahora tengo que ir a ver a Baltazar ¿no te molesta cierto? –pregunte.
-No claro que no. Solo cuídate de benjamín –dijo.

Todos aquellos pensamientos abundaron mi cabeza en menos de un solo segundo. Imágenes en carne viva teniendo aquel acto salvaje con benjamín. Tenía tantas ganas de vomitar que mejor me olvide de todo esto con benjamín. Le di un beso a Justin y Salí de la habitación teniendo un fuerte dolor de cabeza. Después de caminar unos cuantos minutos llegue a la enfermería que es donde se encontraba Baltazar. Este se encontraba dormido y sin camisa mientras que en una parte de su estómago tenía una venda que cubría la mayor parte de este.

-El está bien –dijo.

Voltee hacia atrás que es donde me encontré a la enfermera. Esta al verme sonrió y continuo diciéndome cómo es que estaba Baltazar.

-Sufrió unas cuantas cosas pero estará bien. Esto ya se lo dije a la srita Collins, ahora según ella están buscando a aquel oso ya que dicen que tal vez puede hacerle daño a algunos estudiantes más –dijo.
-No enfermera… usted no entiende –me quede callada un momento- Le mentí, esto no lo hizo un oso, lo hizo –interrumpió.
-Benjamín ¿cierto? –pregunto.
-Si ¿Cómo lo sabe? –pregunte.
-Puede sonar absurdo… tengo 21 años, Digamos que benjamín también me ha hecho cosas –dijo.

Me dio asco al saber que “cosas”, le pude haber hecho a la enfermera. La abrace y vi por unos instantes más a Baltazar. Después de la conversación íntima con la enfermera Salí de aquella habitación un poco asustada por todas aquellas cosas que me conto. Fui de nuevo a mi habitación y me dirigí al baño en donde vomite instantáneamente. No estaría embarazada, Benjamín había usado protección o eso creía y los síntomas no eran tan rápidos.

Seguí unos cuantos segundos vomitando, este vomito provoco que se hicieran algunas pecas en mi cara. Después de vomitar me enguaje la cara con agua fresca y puse mis codos sobre el lavamanos mientras que estiraba con mi mano todos mis cabellos de desesperación de todo lo que estaba pasando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario